Las 10 reglas de un buen traductor

Las 10 reglas de un buen traductor

El traductor no nace, se hace. Un buen profesional de la traducción debe tener algo más que el conocimiento de un idioma. Detrás de una traducción correcta, sea del tipo que sea (legal, jurado, médico…), debe haber una empresa de confianza y un traductor apasionado, meticuloso y curioso dispuesto siempre a ofrecer el mejor servicio. ¿Cómo se hace un buen traductor?

Si eres de los que piensan que para hacer una traducción es suficiente con contratar a una persona que tenga conocimientos de un idioma, estás equivocado. El traductor profesional es mucho más que un conocedor de la lengua. Para realizar una buena traducción no basta con haber estudiado durante unos años un idioma concreto. ¿Qué es necesario?

1. Un buen traductor trabaja con su lengua materna

Para conseguir una buena traducción es necesario que el profesional traduzca de un idioma que conoce a su lengua materna o, dicho de otra manera, debe conseguir la combinación de idiomas adecuada.

Solo somos conocedores en profundidad de nuestra lengua materna (y, a veces, ni eso). Por eso y para ilustrarlo con un ejemplo, siempre es mejor que un traductor español se encargue de traducir del alemán al español mientras que los trabajos de un traductor alemán serán mucho mejores si traduce desde el español al alemán, su idioma materno.

2. Un buen traductor debe estar seguro de que ofrece calidad al cliente

No existe nada peor que un trabajo mal hecho. El traductor profesional debe asegurar unos estándares de calidad a su cliente, para lo cual es importante la experiencia, la meticulosidad y la especialización.

3. Un buen traductor se especializa en un campo y en un tipo de cliente

Existen muchos tipos de traducción y de muchos campos: un cliente puede requerir traducciones legales, médicas, técnicas, textos de marketing y comunicación… Cada tipo de traducción es distinta y cada mercado tiene un de glosario terminológico diferente.

¿Pensando en traducir una web?

No vamos a decir que nosotros tradujimos Google, pero lo que sí es cierto es que ya andábamos con proyectos web cuando en España todo el mundo usaba Terra (y en USA, Altavista).

4. Un buen traductor conoce a fondo las herramientas y se mantiene informado de las novedades de su mercado

El traductor no lo sabe todo, pero debe conocer las herramientas necesarias que le ayuden a llevar a cabo su trabajo. Por eso, debe estar al día en las últimas y mejores novedades del servicio de traducción como, por ejemplo, actualizar sus diccionarios y glosarios a las tendencias de los mercados o conocer los cambios en la normativa para Traductores Jurados del Ministerio de Asuntos Exteriores, en caso de serlo.

5. Un buen traductor revisa, revisa y revisa

Un buen traductor sabe que el texto traducido debe ser revisado a fondo antes de entregarlo al cliente final. Si lo cree necesario, debe contrastar antes con otros profesionales, anotar dudas y resolver todas las cuestiones necesarias para la entrega de una traducción profesional.

6. Un buen traductor consulta las fuentes necesarias

Dependiendo del tipo de traducción realizada, es interesante consultar las fuentes primarias del texto para conocer a fondo la terminología o la intención del texto. Por ejemplo, un traductor literario, si lo viera necesario, podría ponerse en contacto con el autor del libro para asegurar una traducción fidedigna.

7. Un buen traductor es flexible

Un buen traductor debe de adaptarse a las necesidades del cliente y no al revés. Ser conocedor de los plazos, consensuar los presupuestos, asesorar en lo necesario… La confianza es clave en un buen servicio de traducción.

8. Un buen traductor disfruta de la comunicación

Cuando el lenguaje es tu ámbito profesional, la comunicación debe ser un placer. El buen traductor sabe que aprender, escuchar y compartir con los demás, es un plus en su trabajo. Es conocedor de otras culturas y tiene un carácter abierto por naturaleza.

9. Un buen traductor no deja de formarse

Como comentamos al principio del artículo, para traducir no basta con conocer un idioma. El traductor debe aprender los matices de la comunicación, la cultura, las expresiones, la historia, la terminología… de su campo. Un buen traductor sabe que nunca debe dejar de formarse.

¿Quieres información sobre algún tipo de servicio de traducción? Contáctanos.

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