Traducir páginas web es algo que tarde o temprano muchas empresas se plantean. Gracias a la traducción de una web, se puede ampliar el público al cual ofrecer nuestros productos o servicios, abrirnos a otros mercados. Cuando trabajamos con grandes volúmenes de información, como los que tienen las páginas web grandes, puede que nos sintamos sobrepasados y no sepamos cómo empezar. Desde Aire Traducciones te damos algunos consejos para traducir una página web.
Encontrar un buen traductor de páginas web no es sencillo. La primera opción que suelen barajar las empresas es utilizar algún traductor web automático, sin embargo, la traducción automática todavía se encuentra a años de luz de la traducción humana. Es por eso, que desde un primer momento, nuestra recomendación, siempre, es que optes por una agencia de traducción profesional que cuente con traductores especializados en páginas web. Ellos tienen, no solo el conocimiento necesario para realizar una buena traducción, sino también la experiencia para seguir los pasos necesarios a tener en cuenta para la traducción de una página web grande.
Ten en cuenta que a la hora de planificar la traducción de una web, querer abaratar costes y apostar por una traducción mediocre, puede ser nefasto para tu negocio, para la imagen de marca y para la credibilidad de la página web.
Pasos a seguir para la traducción de una web grande
1. Elección del idioma o los idiomas a traducir
Antes de ponernos manos a la obra en la traducción de una página web, lo más importante es determinar el idioma o idiomas al que la vamos a traducir. Esto vendrá marcado por la estrategia de la empresa en relación con los países o zonas en las que se quiere tener presencia y operar o vender.
Cuando pienses en los idiomas, debes tener en cuenta que, a la hora de traducir una web, no solo importa el lenguaje en sí, sino también las particularidades del mismo, que pueden requerir cambios extra en la web.
Por ejemplo, si traduces al árabe o al hebreo, debes considerar que los caracteres aparezcan de derecha a izquierda, para lo cual la web tendrá que estar preparada.
¿Pensando en traducir una web?
No vamos a decir que nosotros tradujimos Google, pero lo que sí es cierto es que ya andábamos con proyectos web cuando en España todo el mundo usaba Terra (y en USA, Altavista).
2. Tipos de traducciones: HTML o CMS
Vamos a ponernos un poco técnicos en lo que se refiere a la traducción de páginas webs grandes, que nadie se asuste.
Una web puede tener sus contenidos publicados de dos maneras:
- Web estática HTML
Puede ser habitual, (pero no una regla) que las páginas web grandes alberguen su contenido de esta manera. La particularidad de las páginas estáticas es que ofrecen información permanente que rara vez modifica su contenido.
En estos casos, puede ser frecuente que la web esté diseñada en HTML.
¿En qué afecta esto a la traducción? Muy sencillo, en la forma en la que extraemos el contenido a traducir y lo publicamos posteriormente en otro idioma.
La ventaja de la traducción de este tipo de páginas web es que únicamente necesitas descargar los archivos HTML y mandarlos a tu agencia de traducción de confianza para traducir.
En este caso, los traductores contratados se encargarán, no solo de traducir el contenido visible para el usuario, sino también el contenido SEO que consiste en una serie de etiquetas visibles en los buscadores.
- Web dinámica: CMS
Una página web dinámica es aquella que muestra contenido que cambia con facilidad. Por ejemplo, puede ser muy común en blogs, ecommerce, foros… aunque una página web corporativa al uso también puede ser dinámica. La diferencia fundamental respecto al caso anterior radica en que suele estar desarrollada en lo que se conoce como gestor de contenidos o CMS. Algunos de los gestores de contenidos más conocidos son WordPress, Drupal, Joomla o Prestashop, por poner algunos ejemplos, aunque existen miles.
En este caso, lo que se puede proceder a la traducción de la web de dos maneras:
- Solicitando al técnico o webmaster de la web para que exporte a archivos XLIFF, XML, PO, CSV… con todo el contenido que quieras traducir y enviárselo a la agencia de traducción.
- Traducir directamente la información desde el gestor de contenidos.
3. Calcular los contenidos
Ahora que ya sabemos qué debemos de tener en cuenta la forma en la que se ha hecho la página web para su traducción, tenemos que calcular los contenidos (número de palabras y caracteres) para poder determinar el presupuesto para la traducción de la página web.
Aquí nuestros consejos son:
- Ten en cuenta que hay contenidos que se duplican en las distintas URLs que componen la web. De modo que no cuentes varias veces el mismo contenido.
- A veces, no es necesario traducir todos los contenidos de la web, al cambiar de idioma, podemos querer que algunos contenidos sean diferentes.
4. No solo traducción: localización
La ventaja de contar con un traductor profesional para tu web es que éste sabe que una buena traducción no es literal, sino que debe adecuarse a las palabras, términos y localizaciones al idioma traducido y al territorio al que se dirige. Por ejemplo, no es lo mismo la variante del inglés que se habla en EE. UU. que en Canadá, o el árabe de Marruecos y el de Emiratos, y eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de traducir.
5. Traducir SEO y URLs
El contenido que debe traducirse en una web no solamente es que el que esvisible para el usuario. Así que, si necesitas traducir tu web y quieres hacer SEO también en el idioma de destino, debes tenerlo en cuenta y avisar a la agencia de traducción de que tiene que traducir también el contenido que es visible para buscadores, es decir, todo el contenido relacionado con SEO (etiquetas, URLs, palabras claves, metadescripciones…).
De nada sirve traducir el contenido de una web si no lo posicionamos en el idioma que deseamos.
Si estás buscando el mejor traductor web, en Aire Traducciones, estamos disponibles para asesorarte en todo lo que necesites y calcular tu prepuesto a medida.