Cada idioma comprende una riqueza de conceptos que lo hacen único. Son un reflejo de la cultura y de la sociedad que lo utiliza. Esto hace que haya palabras que son propias de un idioma y que expresan conceptos que difícilmente pueden ser traducidos a otra lengua. ¿Cuáles son las palabras más difíciles de traducir del mundo?
Los idiomas están vivos, y las palabras que lo componen, también. Por eso, las palabras nacen, se utilizan y algunas mueren. Su única función es la de dar significado a un concepto propio de una cultura, periodo y situación concreta. Por ejemplo, hace un tiempo no era necesario utilizar la palabra “Internet” porque sencillamente no existía. Esta necesidad para nombrar las cosas obliga a que haya palabras de que sean más difíciles de traducir que otras, dependiendo de si lo que nombran es algo que existe o no en el idioma al que se quiere trasladar.
Cuanto más similar es la cultura de cada idioma, más facilidades habrá en la traducción y comprensión de sus palabras. De hecho, es muy normal que los idiomas que pertenecen a una misma familia compartan la raíz de sus palabras y significados de las mismas. Asimismo, los idiomas más difíciles de traducir dependerán de la lengua nativa del traductor: cuanto más tenemos en común con la cultura de un idioma, más sencilla es su compresión.
Una de las tareas más complicadas para un traductor es enfrentarse a esas palabras que son más difíciles de traducir que las habituales porque designan un concepto cultural inexistente en el idioma al que traduce.
De acuerdo con una encuesta realizada por una empresa de traducción entre un millar de lingüistas de todo el mundo, estas son las palabras más difíciles de traducir:
¿Pensando en traducir una web?
No vamos a decir que nosotros tradujimos Google, pero lo que sí es cierto es que ya andábamos con proyectos web cuando en España todo el mundo usaba Terra (y en USA, Altavista).
1. Ilunga
Del idioma congoleño tshiluba. Siginifica: “La persona que está dispuesta a perdonar cualquier abuso la primera vez, a tolerarlo la segunda, pero no una tercera”.
2. Gökotta
Del sueco. Significa: “Madrugar para oír el primer pío de los pájaros”
3. Naa
De la región japonesa de Kansai. Sirve para para enfatizar las afirmaciones o expresar que se está de acuerdo con alguien.
4. Kyoikumama
Del japonés. Hace referencia a la madre que “aprieta” constantemente a sus hijos para que logren buenas notas.
5. Komorebi
Del japonés. Significa: “La bella luz que atraviesa las hojas de los árboles”.
6. Shlimazl
Del yiddish. Significa «el que tiene una mala suerte crónica».
7. Cafuné
Del portugués. Designa “el acto de peinar a alguien suavemente con los dedos”.
8. Toska
Del ruso. En su sentido más profundo y doloroso, es una sensación de gran angustia espiritual, a menudo sin una causa específica.
9. Jayus
Del indonesio. Significa: “Un chiste tan mal contado y con tan poca gracia que uno no puede hacer otra cosa que reírse”.
10. Litost
Del checo. El escritor Milan Kundera apunta en su libro La insoportable levedad del ser: “He buscado vanamente en otras lenguas el equivalente de esta palabra, porque me parece difícil imaginar cómo alguien puede comprender el alma humana sin ella”. La definición más cercana es un estado de agonía y tormento creado por la visión repentina de la propia miseria.
Sin duda, la lista podría ser más extensa. Es una clara demostración de la belleza de las palabras y de la complejidad que implica el maravilloso oficio de la traducción.
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