Cuando necesitamos un servicio de traducción, sea del tipo que sea, creemos que lo más importante es que la empresa que contratemos tenga un profundo conocimiento del segundo idioma. Sin embargo, para conseguir una traducción de calidad, es muy importante que el traductor profesional tenga, también, un alto nivel de su lengua materna.
Contratar una empresa de traducción de calidad puede ser una decisión vital para tu empresa. Cuando necesitamos algún tipo de traducción, sean documentos oficiales, una página web, una traducción jurada, o cualquier otro servicio asociado a la traducción, la calidad será el factor decisivo para que tu empresa tenga una comunicación efectiva o no.
En este contexto, solemos poner énfasis en que el traductor que contratemos tenga un dominio perfecto de su segunda lengua, ya que pensamos que lo más difícil es tener un conocimiento profundo de un idioma que no es el nuestro. Eso está bien y, sin duda, es necesario, pero… ¿has pensado en la importancia que tiene que la empresa de traducción conozca también con precisión su lengua materna?
Es cada vez más habitual que la mayoría de la población tenga un bajo conocimiento de su lengua.
En España, por desgracia, es cada vez más habitual que la mayoría de la población tenga un bajo conocimiento de su lengua.
La paradoja es que, -quizá con motivo de la importancia que se da en la educación al aprendizaje de un segundo idioma, unido al uso de las nuevas tecnologías y la inmediatez de la comunicación– ponemos cada vez menos cuidado en el uso correcto del español.
Suelen ser habituales las faltas de ortografía, nada discretas, que no solo dan una imagen pésima de nuestra empresa, sino que además puede inducir a errores comunicativos dada la diferencia de significados según escribamos de una manera u otra.
Los cinco errores ortográficos más comunes:
– Confundir la preposición “a” (Voy a viajar al extranjero) por “ha”, forma del verbo haber (Ha querido contactar conmigo).
– Confundir “¡ay!” con “ahí” y “hay”. Interjección, adverbio y conjugación del verbo haber respectivamente.
– “A ver” con “haber”. Nada que ver una con otra: A ver si va a haber que decirlo más claro.
– “Valla” con “vaya”: No es lo mismo que vaya a pintar la valla o no.
– El clásico “Haya”, “allá” y “halla”.
Nos detendremos a explicarlo cuidadosamente:
“Haya” es un árbol, pero también es una forma del verbo haber, aquí un ejemplo: Es posible que haya una haya en este bosque.
No confundir el “haya” de haber con el halla de hallar: Quien busca, halla.
“Allá”, adverbio de lugar, genera menos confusión: Allá hay una haya.
Fácil, ¿no? Por favor, evita que le sangren los ojos al posible lector.
¿Necesitas traducciones médicas?
No te la juegues, en traducción de prospectos o diagnósticos médicos, una simple coma puede suponer una vida.
La influencia de Internet en la ortografía:
Los citados anteriormente, son solo los ejemplos más comunes en el mundo de las faltas de ortografía. Ahora bien, por desgracia no son los únicos.
Con la llegada de las nuevas tecnologías a nuestras vidas, los ejemplos del uso incorrecto de nuestra lengua materna se disparan. Hay quien, incluso dominando el español correctamente, se permite algunas licencias cuando se trata de escribir en redes sociales o en WhatsApp.
Lo que importa es la fluidez, la rapidez y la economía del lenguaje, de modo que por el camino corremos el riesgo de perder la riqueza de nuestra lengua y transmitir a las generaciones venideras un desconocimiento total de nuestro idioma.
La responsabilidad del traductor
En este panorama, corresponde al profesional de la traducción (y por supuesto a otros profesionales del lenguaje) preservar el uso correcto del español y el respeto por la lengua materna.
Es necesario conocer cada uno de los contextos comunicativos, ya que no escribimos igual en Internet que en un texto legal, pero más necesario es aún brindar un servicio de traducción profesional que ofrezca los mejores resultados a tu empresa.
Si tienes cualquier duda, consulta nuestros servicios de interpretación o contacta directamente con Aire Traducciones.