La historia de la traducción
Desde sus orígenes, la práctica de la traducción ha ido evolucionando a medida que lo han ido haciendo las sociedades: desde la Edad Antigua, pasando por la Edad Media y llegando a la Época Contemporánea.
El origen de la traducción se remonta a la época de la piedra Rosetta. Y no es de extrañar, ya que esta piedra contenía información escrita sobre el decreto que ensalzaba la figura del faraón Ptolomeo V en el primer aniversario de su reinado (196 a.C.).
El decreto estaba redactado en tres idiomas diferentes: la escritura demótica, los jeroglíficos egipcios y el griego. Por esta razón, entre muchas otras, se consideró a la piedra Rosetta como el primer rastro de la traducción propiamente dicha.
Además de esto, su descubrimiento en el año 1799 permitió a estudiosos descifrar de una vez el significado de la escritura jeroglífica, que había sido un misterio absoluto hasta ese momento.
Los mejores traductores de la historia
Como es lógico, con la aparición de la literatura escrita comenzaron a surgir los primeros escritores, y, con ellos, los primeros traductores de la historia.
Hasta la actualidad, son miles las personas que han dedicado su vida a traducir todo tipo de textos, llevando la sabiduría a todos los rincones del planeta. Gracias a ellos, la traducción ha tenido un papel fundamental en el desarrollo y la difusión de la cultura en todo el mundo.
Aunque muchos han dedicado su vida a la traducción, son muy pocos los que han conseguido hacerse un hueco en los libros de historia.
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San Jerónimo (342 – 420)
Por encargo del papa Dámaso I, tradujo gran parte de la Biblia del hebreo y del griego al latín, comúnmente conocida como la Vulgata. Publicada en el siglo IV, se convirtió en la primera traducción católica oficial de la Biblia, y durante el siguiente milenio fue la única versión oficial de la Biblia que se utilizó.
Dominaba el latín, su lengua materna. Además, tenía un amplio manejo del griego y sabía algo de hebreo cuando comenzó su trayectoria como profesional.
Entre sus obras destacan la versión latina existente del Nuevo Testamento (382) y la traducción del Antiguo Testamento directamente del hebreo.
Hoy en día, es ampliamente reconocido como el santo patrón de los traductores, y cada 30 de septiembre se celebra en su honor el Día Internacional de la Traducción.
Jorge Luis Borges (1899 – 1986)
Nacido a finales del siglo XIX en Argentina, Jorge Luis Borges fue un poeta, escritor, traductor y un hombre de palabras y lenguas del Renacimiento literario.
En un momento en el que la lengua hispana había perdido mucha de su influencia como lengua global, Borges comenzó a traducir textos a este idioma. Traduciendo idiomas como el inglés, el alemán o el francés, fue pionero y abrió el camino a innumerables generaciones de traductores de español.
A lo largo de su carrera, tradujo una amplia gama de literatura de ficción para públicos de habla hispana, incluyendo obras de Edgar Allan Poe, William Faulkner, Walt Whitman o Virginia Woolf.
Constance Garnett (1861 – 1946)
Garnett fue una traductora inglesa que se convirtió en el puente entre la cultura literaria rusa y el resto del mundo.
Fue la primera persona que tradujo a autores como León Tolstói, Fiódor Dostoyevski y Antón Chéjov a idiomas como el inglés. A través de sus traducciones, presentó al público inglés y norteamericano esta literatura, que hasta entonces era totalmente desconocida.
Aunque sus obras llegaron a generar alguna que otra controversia (debido a que omitía expresiones o palabras que no conocía), la opinión generalizada entre los grandes autores rusos era muy positiva.
En total, llegó a traducir más de 71 volúmenes hasta su retiro a principios de los años 30.
Edward George Seidensticker (1921 – 2007)
Consiguió llevar las obras japonesas, hasta entonces bastante oscuras y mal traducidas, al corazón de la cultura occidental.
Aprendió japonés en la Marina estadounidense, cuerpo en el que trabajó como experto en este idioma. Tras ello, comenzó a trabajar traduciendo las obras maestras procedentes de la tierra del sol naciente.
Experto en la literatura del periodo Heian, es mundialmente conocido por su traducción de “Genji Monogatari” al inglés.
Gregory Rabassa (1922 – 2016)
Hijo de padre cubano y madre estadounidense, este traductor literario estadounidense es conocido por llevar lo mejor de la literatura española a los anglosajones.
Tradujo un gran número de obras maestras en español al inglés durante su vida, entre las que destacan “Conversación en la Catedral” de Vargas Llosa o “El otoño del patriarca” de García Márquez.
Fue considerado tan bueno que se dice que Gabriel García Máquez persiguió a Rabassa hasta que tradujo sus “Cien años de soledad”.
Trabaja con los mejores traductores
Estos son tan sólo algunos de los mejores traductores que han logrado figurar en los libros de historia gracias a su excelente trabajo.
A día de hoy, son miles los traductores que trabajan alrededor del mundo haciendo de esta profesión una de las más bonitas y dedicadas. Desde textos técnicos hasta obras literarias, gracias a su labor el conocimiento sigue llegando a todos los rincones del planeta, enriqueciendo culturas y sociedades.
Es por esto que, cuando necesites recurrir a servicios de traducción, es muy importante llevarlos a cabo de la mano de los mejores profesionales de este ámbito.
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