Respondamos la pregunta desde el principio: sí, las mayúsculas deben llevar tilde siempre. Sin embargo, en relación con esta cuestión, el mito se mantiene desde hace tiempo. Hay quienes piensan que no es necesario y otros, que es opcional. ¿A qué podría deberse la polémica?
SÍ, las mayúsculas deben escribirse con tilde. Ésta es una pregunta muy común que incluso en algunas ocasiones nos llega a nuestra agencia de traducción. Y, curiosamente, suele estar mal formulada: hay quien pregunta si las mayúsculas llevan o no acento. Pues bien, todas las palabras, en mayúsculas o no, tienen acento, debido a que este es, simplemente, una mayor intensidad en la pronunciación de una sílaba. El llamado acento gráfico o tilde, es la representación escrita del acento, por tanto, la pregunta correcta es: ¿Deben escribirse las mayúsculas con tilde o no?
La Real Academia de Española (RAE) no arroja ninguna duda sobre el uso de la tilde en las palabras en mayúsculas:
Las letras mayúsculas deben escribirse con tilde si les corresponde llevar tilde según las reglas de acentuación gráfica del español, tanto si se trata de palabras escritas en su totalidad con mayúsculas como si se trata únicamente de la mayúscula inicial:
La Real Academia Española nunca ha establecido una norma en sentido contrario.
La acentuación gráfica de las letras mayúsculas no es opcional, sino obligatoria, y afecta a cualquier tipo de texto. Las únicas mayúsculas que no se acentúan son las que forman parte de las siglas; así, CIA (sigla del inglés Central Intelligence Agency) no lleva tilde, aunque el hiato entre la vocal cerrada tónica y la vocal abierta átona exigiría, según las reglas de acentuación, tildar la i.
En torno al uso de la tilde en las mayúsculas, o mejor dicho, al “no uso”, se construyó el falso mito de que fue la misma RAE durante los años 50 la que permitió que durante un tiempo las mayúsculas no llevaran tilde. Algo que la misma RAE desmintió y que hoy sabemos que es una leyenda urbana.
Un mito es un relato falso o que no ha sido probado como verdadero, tantas veces repetido que acaba por creerse real para muchas personas. Pero, en la cuestión lingüística que nos ocupa sobre la no obligatoriedad de poner tilde en las mayúsculas, ¿cómo se ha construido el mito?
Existen dos versiones interesantes y con cierta lógica histórica que pueden explicar cómo hoy en día aún seguimos dudando sobre el uso de la tilde o no en las mayúsculas.
Desde su nacimiento y durante mucho tiempo, los impresores renunciaron a poner la tilde en las letras en mayúscula o letras capitales por la sencilla razón de que era una ardua tarea y, además, se encontraban con el problema de que se solapaban con la grafía de las propias letras, especialmente en las primeras líneas. La solución sencillamente fue no poner la tilde en ninguna mayúscula. De hecho, el periódico El País no comenzó a usar las tildes en su cabecera hasta el año 2007.
Otro de los motivos que se da para explicar el porqué del “no uso” de la tilde en las mayúsculas es el uso de las máquinas de escribir.
Para escribir la tilde en una mayúscula debías pulsar tres teclas, -mayúscula, vocal y tilde- al mismo tiempo, lo que retardaba el tiempo de escritura de forma exponencial. En otros casos, muchos modelos de máquina de escribir no permitían poner la tilde en las mayúsculas sin que esta se solapase con la grafía de la propia letra, por lo que visualmente la tilde no quedaba clara y el texto resultaba estéticamente poco atractivo.
Sean o no ciertos estos mitos, la verdad es que hoy en día ya no tenemos excusas para seguir haciendo las cosas mal: PONGAMOS TILDES EN LAS MAYÚSCULAS.