El desarrollo tecnológico está tomando su lugar en el mundo de la traducción. Actualmente, ya no solo disponemos de traductores simultáneos, la investigación está yendo más allá: el desarrollo de la inteligencia artificial al servicio de la traducción e interpretación. ¿Será un complemento o un sustituto de la profesión del traductor? ¿En qué medida afecta el desarrollo de la inteligencia artificial al mercado de la traducción?
Mundo babel, tecnología babel.
La primera pregunta que debe hacerse a la hora de entender el desarrollo de la inteligencia artificial al servicio de la traducción es por qué. Es una realidad que la globalización y la extensión de Internet a nivel mundial trae consigo la necesidad de borrar las fronteras lingüísticas.
En el contexto en el que estamos, la traducción e interpretación es una realidad diaria para el avance de la globalización. Siendo así, no es de extrañar que la investigación tecnológica abra nuevas posibilidades en esta línea.
Ejemplos de inteligencia artificial para la traducción
La realidad es que cada cierto tiempo los medios de comunicación se hacen eco de algún nuevo desarrollo en este sentido. Cualquiera de los gigantes de Sillicon Valley ya ha avanzado de una forma u otra en la investigación de la inteligencia artificial para la traducción.
¿Pensando en traducir una web?
No vamos a decir que nosotros tradujimos Google, pero lo que sí es cierto es que ya andábamos con proyectos web cuando en España todo el mundo usaba Terra (y en USA, Altavista).
Google comenzó con un hoy antiguo Google Translate (que mucho ha mejorado desde su nacimiento a pesar de que todavía nos deja traducciones sorprendentes como las que te contamos aquí), . De hecho, el rey de los buscadores hace poco lanzó la noticia de que su asistente (Google Assistant) era capaz de traducir textos en tiempo real a través de la lente del smartphone. Esto, sumado a otros desarrollos como su Translatotron, capaz de imitar acentos y pronunciaciones, son grandes avances en el terreno de la inteligencia artificial.
Microsoft tampoco se queda atrás en la carrera, innovando a niveles bastante interesantes, como es el caso de su nueva apuesta: Hololens.
Hololens fue presentado recientemente en una conferencia en Las Vegas. Con esta tecnología, Microsoft demostró cómo traducir texto y combinarlo con la propia voz del interlocutor y acabar recreando la grabación original en cualquier idioma.
Lo hizo a través de un holograma que, en la misma presentación, se encargó de realizar la interpretación al japonés del discurso ofrecido por Julia White, líder de Cloud Platform, que había presentado en inglés.
¿Puede ser la traducción profesional sustituida por la inteligencia artificial?
Con todo este interesante panorama tecnológico, vamos a lo que nos ocupa: ¿sustituirán las máquinas al profesional de la traducción?
Lo cierto es que creemos que hay muy pocas posibilidades de que cualquier robot imaginable pueda sustituir el trabajo de una persona que se dedica a la traducción.
Lo que nos dice el presente, y a lo que apunta el futuro, es a una colaboración entre traductor y máquina. Esto mismo es lo que sucede hoy con los traductores automáticos como el Traductor de Google, el de Cambridge u otros con una tecnología más avanzada en lo que a inteligencia artificial se refiere, como el traductor DeepL, muy cercano a superar en Google en cuestiones cualitativas.
Aunque la inteligencia artificial irá mejorando las herramientas de traducción automática (como ocurrió en su momento con las herramientas de traducción asistida), la industria de la traducción y la localización adoptará el uso de la traducción automática en algunos aspectos, pero su empleo no excluye al traductor humano de la traducción.
¿Por qué creemos esto? Traducir es como hacer el amor: tiene un lado mecánico (que puede realizar una máquina), pero también tiene un lado poético y eso, solo lo puede hacer una persona con conocimientos, emociones y capacidades en torno a la traducción.
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